Bueno, quién no lo ha leído…

Primero que todo, debo decir que soy un mega fanática de J.K. Rowling y toda la saga de Harry Potter y todo lo relacionado, por lo que no podía faltar este libro dentro de mi colección y obviamente tuve que comprarlo inmediatamente.
Diré que esperaba un poco más del libro, en ningún caso digo que no me gustó, pero esperaba más, creo que todo fiel lector de la saga de Harry Potter seguirá leyendo lo que salga sobre estos libros, sobre esta franquicia, ya que muchos crecimos con ellos y fue parte de nuestra vida, aunque no estuvimos físicamente en Hogwarts, sí lo estuvimos desde nuestro corazón.
Lo que me gustó de esta serie es que nos muestra la forma en cómo viven Harry, Ginny, Ron y Hermione cuando ya están grandes, no sólo ellos sino que también los demás, entre ellos, incluidos Draco Malfoy, además, a través de este libro pudimos conocer a sus hijos, debe decir que uno de los hijos, no nombraré a quién me cayó un poco mal, pero bueno… mientrás que el hijo de uno de los personajes, en la saga anterior antagonista, se ganó mi corazón.
Me gustó mucho ver cómo se relacionaban estos niños en el colegio, cómo tuvieron que luchar con la imagen de sus famosos padres y los sucesos que pasaron mientras ellos iban a clases. Además, conocemos a la hija de un famoso mago que desea seguir fielmente los pasos de su padre y decide convertirse en la mala de la historia.
Lo que me sucedió con este libro es que no me gustó la forma en la que actuó uno de los personajes al cual siempre tuve mucho cariño, todavía le tengo, pero me decepcionó un poco, ya sé, suena ridículo hablar así de un personaje ficticio, pero es que cuando llevas años leyendo sobre ellos ya son parte de tu familia, creo que este libro debería leerlo todo fan de Harry Potter, no sólo los que siempre seguimos con ellos, sino también los que sin leer el libro les tomaron gusto a las películas.
Ro